¿QUÉ ES EL 5G?

Seguramente hayas oído mencionar el término 5G hasta la extenuación. Si no es en la típica conversación entre informáticos o amantes y/o “frikis” de la tecnología, te habrán hecho, probablemente, la broma de decirte que ya tienes plena cobertura 5G después de ponerte la vacuna contra la Covid 19.

Pues bien, cuando hablamos de 5G nos estamos refiriendo a la quinta generación de las tecnologías y estándares de comunicación inalámbrica. O, lo que es lo mismo, la quinta generación de todos los móviles, aparatos y dispositivos que nos permiten estar conectados a la red sin necesidad de cables.

Como puedes ver, así a primera vista no parece nada nuevo, sino que es más bien una evolución de la generación actual y, por tanto, no debemos tener miedo ni reticencias a este cambio. Más bien todo lo contrario: la tecnología 5G viene dispuesta a mejorar nuestra interacción digital.

A primera vista, el 5G tiene una misión muy clara y fácil de reconocer: permitirnos navegar por Internet a una velocidad mucho más alta que la actual incluso con muchos más dispositivos conectados en la red al mismo tiempo. Este hecho es extremadamente simple y obvio, pero si echamos la vista atrás, vemos cómo hace unos años, con la tecnología 3G, navegábamos más lento y sufríamos al conectar varios dispositivos a la vez. Por tanto, este paso evolutivo supondrá una revolución importante.

Como ejemplo sencillo, con la tecnología 5G podremos descargar un vídeo en Ultra HD en décimas de segundo prácticamente. Es decir, en un simple pestañeo. Esto será así porque el estándar oficial de velocidad ya aprobado indica que la velocidad de conexión será entre 10 y 20 veces más rápida que la actual. Por tanto, gracias a esta nueva tecnología de conectividad podremos superar el problema de cuello de botella que se presenta en la actualidad en las grandes conurbaciones, donde cada vez hay más dispositivos que requieren conexión a la red y el sistema no puede soportar tanta carga.

Según prometen algunos fabricantes, como Xiaomi, gracias al 5G será posible descargar un vídeo de 15 segundos en Full HD en solo 1 segundo. Esto dependerá, al final, de cada operadora y la velocidad o datos que adquiera cada usuario con ella.

Otro elemento que mejorará con la llegada del 5G es la latencia. Esta mide el tiempo de transmisión de un paquete de datos dentro de la red. Por supuesto, con el 5G, este parámetro disminuirá más aún de lo que ya vemos con la tecnología 4G, situándose en torno a 1 ó 2 milisegundos. Alcanzaremos, así, casi la instantaneidad. Como ejemplo para ilustrar esta consecuencia. Si abrimos una foto desde la nube, será como abrirla teniéndola guardada en nuestra carpeta de imágenes. Es decir, no tardará nada en cargar.

Aunque el 5G ya es una realidad, aún no se ha implantado de forma definitiva y oficial. Sin embargo, sus usos y posibilidades van mucho más allá de mejorar la conexión de usuario para ver películas o escuchar música. El 5G llegará a sectores tan dispares como la medicina, automoción, hogar… Como ejemplo, ya se han realizado cirugías teleasistidas en tiempo real, donde el cirujano realiza la intervención a kilómetros de distancia del quirófano.

Como veis, el 5G ha llegado para revolucionar nuestro día a día.