LOS PELIGROS DEL STALKERWARE

Este concepto se usa para definir los softwares o aplicaciones usadas para espiar a otras personas, especialmente usuarios que espían a sus parejas, amistades u otras personas. De esta forma pueden saber exactamente lo que hacen, buscan y consumen por Internet e, incluso, conocer con qué personas hablan.

El método de uso es bien sencillo: el usuario espía debe tener acceso al dispositivo y contraseñas de la persona espiada para descargar e instalar el software espía. A partir de ahí, una vez vinculado el dispositivo espiado con el del que espía, este puede acceder a sus apps para descubrir la ubicación donde está, su lista de llamadas, mensajes de texto, notificaciones de redes sociales, las fotos o vídeos que realiza con su teléfono… Es decir, todo lo que realiza con su propio dispositivo.

Una vez explicado esto tú, como lector, podrás pensar que este hecho es delictivo y, por tanto, prohibido e ilegal. Pues nada más allá de la realidad. Este tipo de software estaba pensado, inicialmente, como una herramienta de control parental. De esta forma los padres podían saber con quién hablan sus hijos, para evitar que contactaran con desconocidos o pederastas. Este fin es legal. Si embargo, el delito viene cuando este tipo de programas se usan para espiar a la pareja o para intentar extraer pruebas para casos de divorcios, etc. En este caso, esto es ilegal. La mayoría de países tienen leyes que protegen a los acusados ante la obtención de pruebas que violan su intimidad y derecho a la privacidad. Aun así, se han dado casos de espionaje por parte de gobiernos a usuarios (turistas, personalidades…) con el fin de controlar y obtener información. Siempre, como decimos, de forma ilegal.

Detectar un programa espía es bastante complicado. Y esto hace que sea una ventaja para el usuario que intenta sacar información de otra persona. No obstante, se pueden seguir algunos consejos para saber si nuestro terminal está siendo espiado. En primer lugar, se puede empezar a sospechar si la pareja conoce de repente cosas que el usuario solo ha manifestado en conversaciones privadas. También si se nota que el dispositivo se calienta más de lo normal o la batería dura menos dándole el mismo uso. Eso puede significar la presencia de un software espía. Asimismo, se puede detectar a través de la bandeja de entrada de correo no deseado. Si este llega en cantidades altas, fuera de lo normal, puede ser otro indicador. Por último, abriendo el navegador. Si empiezan a aparecer muchas ventanas emergentes, puede ser otra prueba.

En caso de sospechar que hay un software espía en tu equipo, puedes hacer un reseteo general volviendo a los valores de fábrica. También se recomienda tener un sistema de seguridad de patrones y huella dactilar que permita que las apps se descarguen e instales solo previa comprobación de estos patrones.